jueves, 29 de mayo de 2014

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“No nos gusta tener políticos en paro al frente de grandes hospitales”, opinan los gestores



Madrid (29/05/2014) - Silvia C. Carpallo

Joaquín Estévez, presidente de SEDISA, y Ricard Gutiérrez, vicepresidente de la OMC, debaten sobre la profesionalización de la directiva sanitaria, sobre la que se ha avanzado mucho pero aún queda camino por recorrer, puesto que "ser directivo hoy en día es una profesión de riesgo, con una corta esperanza de vida, pero sigue siendo una de las funciones más necesarias que nunca dentro del Sistema Nacional de Salud"

Politización en la designación de puestos directivos y retos en la mejora de la formación del gestor sanitario. Estos eran los dos puntos clave en los que se centraba el debate "Profesionalización de la función directiva sanitaria: Retos de buen gobierno y despolitización de la gestión", que formaba parte de la tercera edición del Seminario Permanente de Administración Sanitaria (SPAS), organizado por la Asociación Madrileña de Administración Sanitaria (AMAS). Si bien el moderador, Luis Ángel Oteo, jefe del Departamento de Desarrollo Directivo y Gestión de Servicios Sanitarios de la Escuela Nacional de Sanidad (Instituto Carlos III), establecía que una de las claves del buen gobierno es que "nuestra conducta sea integra y éticamente intachable", Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de los Directivos de la Salud (SEDISA), presentaba que el problema era que los directivos no son siempre gestores profesionales. "No nos gusta tener políticos en paro al frente de grandes hospitales", afirmaba el experto, que además alegaba que en los casos donde ha existido evaluación puede observarse que nunca un proceso exitoso fue llevado a cabo en un hospital donde la dirección fuera política. Si bien era no era la única cuestión que preocupaba Estévez, que también establecía la necesidad de que "exista una trayectoria y un recorrido", es decir, "que no se debute como gerente directamente en un gran hospital, sino que exista un cierto escalafón y una cierta trayectoria".
Haciendo referencia al "Informe SEDISA sobre la profesionalización de los directivos de la Salud", Estévez matizaba que otra reflexión necesaria es la de entender que "previamente a regular la profesionalización o a crear un código del buen gobierno, hay que pasar por un cambio en las normas de juego globales", achacando al SNS problemas como el encorsetamiento y las medidas cortoplacistas, que han sido las protagonistas de la crisis. "Se ha tenido que hacer gestión de la miseria en vez de gestión de la eficiencia".
Más mejoras en formación
Ricard Gutiérrez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOMC), se mostraba más optimista, destacando que en estos últimos 30 años se ha avanzado mucho, "lo que pasa es que sois muy jóvenes". En concreto, veía que las grandes mejoras habían sido en formación "que es uno de los factores que más ha ayudado a la profesionalización de los directivos sanitarios".
Desde su perspectiva como experto en másteres de gestión, Gutiérrez opinaba que "no creo que deba de haber másteres divididos en Atención Primaria, Sociosanitarios u hospitales, porque la gestión sanitaria es la gestión sanitaria", apostando por la transversalidad del conocimiento y de las experiencias. Así, el verdadero problema según el experto es que "hay gestores que han ido dejando tierra quemada por donde han pasado", pero no se les ha explicado sus fallos, o incluso se ha optado por recolocarlos, mientras que "también tenemos grandes gestores fulminados únicamente por decisiones políticas". Todo lo cual lleva a veces "más que a una politizar, a partidizar", olvidando que al gestor se le da el poder, pero no la autoridad, "y los profesionales sanitarios lo notan, por lo que ese gestor pierde rápidamente su credibilidad".
Por último, Ricard Rigual concluía afirmando que "ser directivo hoy en día es una profesión de riesgo, con una corta esperanza de vida, pero sigue siendo una de las funciones más necesarias que nunca dentro del Sistema Nacional de Salud".

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