miércoles, 29 de abril de 2009

OPINIÓN CIUDADANA sobre el sistema sanitario


JANO.es - ESPAÑA
La opinión de la ciudadanía sobre el sistema sanitario
24 Abril 2009


El pasado 7 de abril, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud y con el relevo al frente de la cartera de Sanidad de Bernat Soria por la nueva titular, Trinidad Jiménez, como parte de la mayor renovación del Gobierno español acometida por el presidente Rodríguez Zapatero en sus cinco años de mandato, se hicieron públicos los datos definitivos del Barómetro Sanitario 2008.

El objetivo de esta encuesta de ámbito nacional, que contempla más de 7.000 entrevistas a personas de ambos sexos y de más de 18 años, es captar de primera mano la percepción de los ciudadanos sobre el funcionamiento de los servicios sanitarios públicos y, entre otros aspectos, conocer el grado de conocimiento y las actitudes sobre problemas de salud o actuaciones específicas del Sistema Nacional de Salud. Conocer, en definitiva, las expectativas y la opinión de la ciudadanía de cara a establecer las prioridades de las políticas de salud.

Como primera conclusión derivada del ejercicio 2008, cabe señalar con rotundidad que la sanidad es el elemento más importante para los españoles, con una significativa ventaja frente a otros ámbitos de la vida. Esta realidad configura el primer elemento de reflexión, especialmente cuando no es infrecuente que frente a la salud y a la sanidad se antepongan otro tipo de ámbitos e intereses.

Puesta de manifiesto esta primera y contundente conclusión, la mayoría de los consultados manifiesta su preferencia por los servicios sanitarios públicos frente a los privados, especialmente en la atención en urgencias, consultas de medicina de familia y pediatría y hospitalización.

La capacitación de los profesionales, la cartera de servicios y la tecnología disponible son tres de los aspectos mejor valorados de la sanidad pública. Los ciudadanos muestran mucha o bastante confianza en la labor de los profesionales médicos (86%), de enfermería (85,8%) y del resto del personal sanitario (80,5%). El 90,4% de los encuestados manifiesta no haber sufrido un error asistencial en su entorno próximo, aunque algo más de la mitad considera que la situación de las listas de espera no ha cambiado respecto a años anteriores. En este sentido, el 34,1% de los españoles cree que las autoridades sanitarias no están tomando iniciativas destinadas a mejorar estas situaciones de espera.

En relación con la atención primaria, los aspectos mejor valorados son la cercanía de los centros, la confianza y seguridad que transmite el médico y el trato del personal sanitario. El tiempo de espera en la sala y el que se tarda en hacer las pruebas diagnósticas son los aspectos peor valorados.

En la atención especializada ambulatoria, el número de especialidades a las que se tiene acceso es la cuestión que recibe una puntuación más alta, seguida por el equipamiento y los medios tecnológicos de que dispone la sanidad pública y el trato recibido del personal sanitario. Los aspectos peor valorados son los relativos al tiempo de retraso en hacer las pruebas diagnósticas y lo que tarda el médico en ver al paciente desde que éste pide cita.

Respecto a la hospitalización, un 85,6% de los usuarios de los hospitales afirma que recibió una atención buena o muy buena y el 69,8% declara que tuvo asignado un médico de referencia durante el tiempo que estuvo ingresado. El equipamiento y la tecnología, los cuidados y la atención del personal médico y de enfermería, y la información recibida sobre el problema concreto de salud fueron los aspectos mejor valorados. El tiempo de demora para el ingreso no urgente y el número de personas con las que se ha de compartir la habitación fueron los que obtuvieron peor puntuación.

Del total de encuestados, un 31,4% manifiesta que tuvo que acudir a urgencias en el último año y el 48,7% de ellos utilizó el servicio de urgencias de un hospital público. Las dos razones principales por las que acudieron al servicio de urgencias del hospital es la no coincidencia con el horario del médico de familia y la existencia de más medios en los hospitales.

En el Barómetro Sanitario se explora también el grado de confianza en la labor de los profesionales sanitarios y en la valoración de errores relacionados con la asistencia sanitaria.

En esta materia, el 86% de los encuestados cree que los médicos realizan adecuadamente su labor y en proporción similar opinan sobre los profesionales de enfermería.

Respecto a la cohesión del Sistema Nacional de Salud, aunque la mayoría de los encuestados considera que es equitativo en el acceso a las prestaciones sanitarias, el 45,4% manifiesta situaciones de desigualdad en función del lugar de residencia. Finalmente, una gran mayoría, el 86,2%, estima necesario que las comunidades autónomas se pongan de acuerdo a la hora de ofertar nuevos servicios a los ciudadanos.

Los datos están sobre la mesa y de ellos se desprende que el ciudadano tiene una buena percepción del sistema sanitario, pero no debe ignorarse que existen elementos de preocupación derivados de los tiempos de espera y de la desigualdad de acceso a prestaciones y servicios entre los distintos territorios y comunidades. Por este elemento esencial para la buena marcha del SNS tiene que velar, como principal órgano de cohesión, el Consejo Interterritorial de Salud. Un organismo que, lejos de rencillas y disputas políticas, tiene la obligación y el reto de funcionar adecuadamente pues en ello nos va la salud.

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