“En tres palabras: no hay dinero” declara Jesús Aguirre
Madrid (17/04/2012) - Silvia C. Carpallo
La jornada de reflexión "Ineficiencias del Sistema Sanitario", organizada por la Fundación Bamberg y patrocinada por Lilly, pone de manifiesto que hay que "dejar de hablar de lo que nos gustaría y empezar a hablar de realidades, tomando medidas que lo que recorten sean ineficiencias"
"Ahora que ya no estamos en periodo electoral, los políticos debemos decir lo que realmente pensamos, aunque a veces no sea políticamente incorrecto" diferenciado entre lo que nos gustaría tener, lo que en realidad tenemos y lo que nos podemos permitir. Así abría el debate Jesús Aguirre, portavoz de Sanidad del grupo popular en el Senado, durante la Jornada de reflexión sobre las Ineficiencias del sistema sanitario, organizada por la Fundación Bamberg, patrocinada por Lilly y celebrada en el Ateneo de Madrid.
En este sentido, sobre la Sanidad universal y solidaria, recordaba que somos tan solidarios que "estamos dando asistencia sanitaria a 500.000 turistas, dando gratuidad a gente con un nivel adquisitivo mucho mayor que nosotros", y eso tiene un coste, por lo que "debemos ser solidarios con quien hay que serlo y no con quien se aprovecha de nuestro sistema". En cuanto a la gratuidad, declaraba que "es una falacia, de gratuito nada, lo estamos pagando entre todos", y opinaba que es difícil que suba un punto el porcentaje de financiación del PIB, ya que habría que quitarlo de otra partida igual de necesaria. También dedicaba unas palabras a la calidad, que no es sino "un término relativo" ya que depende de quién y cómo lo evalúe, y en comparación a qué lo haga, por ello hacía una crítica ante lo poco práctico de la "autoevaluación". De manera que calidad sí, "pero no a cualquier precio, sino en aquello que consideramos esencial y primordial para nuestros pacientes".
Debemos ser realistas, y la realidad, según el senador se define "en tres palabras: no hay dinero", de manera que "con estos mimbres tendremos que hacer el cesto". Igualmente, recalcaba que estamos en una situación de crisis "y hemos gastado a manos llenas", dejando ahora un agujero profundo, de manera que las comunidades autónomas, que es dónde se acumula la deuda, "tendrán que abrocharse el cinturón".
A estas ideas se sumaba el presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para, que añadía que "el discurso políticamente se ha centrado sólo en copago sí, copago no, y esa no es la cuestión", ya que "el que pagaría copago es el que tiene un seguro privado". Incidía en que "ahora estamos en el momento de las medidas" y estas no deben ser sólo a corto plazo, sino que deben pasar por "eliminar lo superfluo y resolver ineficiencias".
Por su parte, el presidente de Lilly, Enric Patroullard recordaba que gran parte de la reducción del gasto ha recaído reiteradamente sobre la Industria Farmacéutica, lanzado cifras como que se prevé que en 2012 el gasto farmacéutico tenga una reducción aproximada del 11 por ciento, y sin necesidad de tomar medida adicionales, el gasto se mantendrá a la baja hasta 2015.
Medidas que empiezan por mejorar la gestión de las CC.AA.
En la primera sesión de esta jornada, diversos expertos debatían sobre las ineficiencias en el modelo político y organizativo, donde uno de los grandes focos apuntó a las Comunidades Autónomas y su organización. Luis Mayero, vicepresidente de IDIS declaraba que "desde que se traslada la Sanidad a las CCAA el gasto sanitario aumenta en 40.000 millones de euros", por lo que en opinión de Alberto de la Rosa, director general de Ribera Salud "hay que avanzar hacia un modelo y un mercado único nacional". A esta opinión se sumaban otros expertos como Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, "cada CCAA ha querido ser la más, y eso significa gastar más, eso es en definitiva lo que ha pasado con respecto al gasto sanitario". Así, añadía además que han sido "17 formas de ver y de gastar el dinero, y muy poco control por parte de la Administración Central, alguien tiene que poner orden en la casa", dónde todo el mundo se mostraba de acuerdo con que el Consejo Interterritorial tuviera mayor poder ejecutivo.
Otras ideas en cuanto a ser más eficientes, que surgían en la mesa, eran algunas como reorientar los recursos humanos hacía una retribución variable en función de la productividad y de los resultados en salud; apostar de manera decidida por la financiación capitativa; conseguir más financiación de vías alternativas, como de la mejor gestión del cobro a terceros; crear más alianzas entre la Sanidad Pública y Privada: o repensar si medidas como el copago de un euro por receta podrían ser aplicables de forma nacional, pero por encima de todo ello la clave está, de nuevo según Jesús Aguirre en que "las decisiones las tomen los profesionales y no los políticos".
En este sentido, sobre la Sanidad universal y solidaria, recordaba que somos tan solidarios que "estamos dando asistencia sanitaria a 500.000 turistas, dando gratuidad a gente con un nivel adquisitivo mucho mayor que nosotros", y eso tiene un coste, por lo que "debemos ser solidarios con quien hay que serlo y no con quien se aprovecha de nuestro sistema". En cuanto a la gratuidad, declaraba que "es una falacia, de gratuito nada, lo estamos pagando entre todos", y opinaba que es difícil que suba un punto el porcentaje de financiación del PIB, ya que habría que quitarlo de otra partida igual de necesaria. También dedicaba unas palabras a la calidad, que no es sino "un término relativo" ya que depende de quién y cómo lo evalúe, y en comparación a qué lo haga, por ello hacía una crítica ante lo poco práctico de la "autoevaluación". De manera que calidad sí, "pero no a cualquier precio, sino en aquello que consideramos esencial y primordial para nuestros pacientes".
Debemos ser realistas, y la realidad, según el senador se define "en tres palabras: no hay dinero", de manera que "con estos mimbres tendremos que hacer el cesto". Igualmente, recalcaba que estamos en una situación de crisis "y hemos gastado a manos llenas", dejando ahora un agujero profundo, de manera que las comunidades autónomas, que es dónde se acumula la deuda, "tendrán que abrocharse el cinturón".
A estas ideas se sumaba el presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para, que añadía que "el discurso políticamente se ha centrado sólo en copago sí, copago no, y esa no es la cuestión", ya que "el que pagaría copago es el que tiene un seguro privado". Incidía en que "ahora estamos en el momento de las medidas" y estas no deben ser sólo a corto plazo, sino que deben pasar por "eliminar lo superfluo y resolver ineficiencias".
Por su parte, el presidente de Lilly, Enric Patroullard recordaba que gran parte de la reducción del gasto ha recaído reiteradamente sobre la Industria Farmacéutica, lanzado cifras como que se prevé que en 2012 el gasto farmacéutico tenga una reducción aproximada del 11 por ciento, y sin necesidad de tomar medida adicionales, el gasto se mantendrá a la baja hasta 2015.
En la primera sesión de esta jornada, diversos expertos debatían sobre las ineficiencias en el modelo político y organizativo, donde uno de los grandes focos apuntó a las Comunidades Autónomas y su organización. Luis Mayero, vicepresidente de IDIS declaraba que "desde que se traslada la Sanidad a las CCAA el gasto sanitario aumenta en 40.000 millones de euros", por lo que en opinión de Alberto de la Rosa, director general de Ribera Salud "hay que avanzar hacia un modelo y un mercado único nacional". A esta opinión se sumaban otros expertos como Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, "cada CCAA ha querido ser la más, y eso significa gastar más, eso es en definitiva lo que ha pasado con respecto al gasto sanitario". Así, añadía además que han sido "17 formas de ver y de gastar el dinero, y muy poco control por parte de la Administración Central, alguien tiene que poner orden en la casa", dónde todo el mundo se mostraba de acuerdo con que el Consejo Interterritorial tuviera mayor poder ejecutivo.
Otras ideas en cuanto a ser más eficientes, que surgían en la mesa, eran algunas como reorientar los recursos humanos hacía una retribución variable en función de la productividad y de los resultados en salud; apostar de manera decidida por la financiación capitativa; conseguir más financiación de vías alternativas, como de la mejor gestión del cobro a terceros; crear más alianzas entre la Sanidad Pública y Privada: o repensar si medidas como el copago de un euro por receta podrían ser aplicables de forma nacional, pero por encima de todo ello la clave está, de nuevo según Jesús Aguirre en que "las decisiones las tomen los profesionales y no los políticos".
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